AHORA HAY QUE PASAR EL INVIERNO

Pasaron los primeros 100 días de Milei al frente del Gobierno nacional. En las encuestas su imagen positiva se mantiene con valores altos en Córdoba, seguida por Mendoza, Santa Fe, y CABA. Más de la mitad de los argentinos sostiene que el kirchnerismo es el causante de tremenda crisis social y económica, y en menor medida Macri. La mayoría de la gente confiesa estar peor que antes, pero la mayoría del electorado volvería a votar de la misma manera. Si bien el país sigue y seguirá fragmentado y agrietado, la “batalla cultural” y discursiva la está ganando por ahora un outsider que rompe los moldes de la política tradicional, y se pasa horas frente a su cuenta de twitter (X) al estilo Donald Trump. Tal vez sea una de las respuestas de por qué el Gobierno libertario, en contra de todos los pronósticos, sigue apretando el acelerador del ajuste contra viento y marea. Ante semejante personaje impredecible, los gobernadores se sienten incómodos. “La macro ya está acomodada”, se escucha decir a algunos economistas, periodistas, y a mucha gente de a pie. La Argentina anestesiada por tantas decepciones, y asqueada de la famosa “casta”, no tiene tiempo de mirar los índices de pobreza e indigencia más altos de la historia, o la pulverización de la clase media, o el maltrato a los jubilados. La extrema inseguridad, la lucha contra el narcotráfico, y la epidemia del dengue son los flagelos que se viralizan.


Sin embargo, el Gobierno está mirando con ansias este mes de abril cuando comienza a liquidarse la cosecha gruesa del campo. La mala noticia es que no habrá una “super cosecha” como se pronosticaba en diciembre, y van a entrar menos dólares (serían 11 mil millones dólares de los 20 mil millones dólares esperados). El éxito de la estrategia cambiaria de Milei para recuperar reservas, dependerá de la velocidad de la liquidación de divisas, y por eso se habla de un nuevo Dólar Soja. Lo cierto es que en dos meses el valor de la producción granaria cayó 4.700 millones de dólares, debido a la caída de los precios internacionales, la incertidumbre local y los factores climáticos. Más allá de los mercados, la buena noticia es que se deja atrás la sequía del 2022/23, la soja se recupera con unas 50 Mill/Tns y el maíz con 56 Mill/Tns.


Lo que le preocupa por estos días al sector agroalimentario y agroindustrial es la resolución de AFIP emitida por el Gobierno para favorecer el ingreso de alimentos de origen extranjero, para frenar la suba de precios internos en las góndolas. En este sentido, manifestaron su preocupación la Unión Industrial Argentina (UIA), la Unión Industrial de Córdoba (UIC), la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), CONINAGRO, Industriales Pymes Argentinos (IPA), y la Federación Porcina Argentina. Mientras tanto, desde el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), la Molinería (pastas secas), y el sector azucarero, adujeron no tener problemas para competir. La decisión del Gobierno de abrir las importaciones tendrá un impacto negativo en una buena parte de la industria local, desgastando aún más la rentabilidad de los productores locales y poniendo en riesgo miles de puestos de trabajo en las pymes que generan valor agregado.

La competencia desigual con países como Brasil, es una amenaza más para nuestra economía que podría desencadenar en la concentración de la producción en pocas manos. Pero que nadie mire para otro lado, porque Milei lo había anunciado durante la campaña electoral. El verano ya pasó, ahora “hay que pasar el invierno”, como dijo el ministro de Economía liberal Álvaro Alsogaray, en junio de 1959 durante el Gobierno de Frondizi.

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