FREYRE – Dpto. San Justo
En el año de su 80 aniversario la cooperativa liderada por Ercole Felippa, invierte más de 2 millones de
dólares en la instalación de un megatambo robotizado para asegurar la materia prima. Manfrey produce 40 mil litros de leche en tambos propios, pero planea llegar a 100 mil litros.
El próximo 7 de agosto la empresa láctea con sede en la localidad de Freyre celebrará su 80 aniversario. Y lo hará poniendo el foco en el desarrollo de la producción de leche para autoabastecimiento, estrenando su primer megatambo robotizado. El nuevo establecimiento se encuentra a pocos kilómetros de su planta central de procesamiento, en el centro de la cuenca lechera más importante del país. Este proyecto estratégico nace a partir
de una encuesta realizada a un centenar de productores lecheros asociados a la cooperativa.
La realidad indica que algunos productores del noreste cordobés, castigados por la inestabilidad de los procesos económicos a nivel nacional, están optando por el cambio de sus modelos productivos -dejando la actividad lechera-; lo que a futuro pone en riesgo la obtención de la materia prima por parte de Manfrey.
Con una inversión superior a los 2 millones de dólares, con financiamiento propio, y de la banca pública y privada, el proyecto busca evitar que los productores se deshagan de sus vacas, posibilitando que mantengan sus animales de manera asociada con un sistema regenteado por la misma empresa láctea.
El Ing. Ag. Fabian Manzi, responsable de producción primaria, acompañó a Portal del Interior en la recorrida por el primer módulo con capacidad para 280 vacas que funciona desde marzo.
“El proceso completo contempla unas 1100 vacas en ordeñe, hoy tenemos 135 vacas esperando completar este galpón en la primavera”, indicó el profesional, destacando que en la actualidad ya cuentan con 5 tambos conformados con vacas de los asociados, los cuales están distribuidos en establecimientos de la región.
Una vez finalizado, el megatambo podría albergar un máximo de 1200 animales. La principal atracción es el equipamiento con robots DeLaval, con un centro de control de datos que permiten la distribución de las vacas según sus necesidades, contando con un sistema de ordeño voluntario a demanda, por lo que hay un periodo de adaptación del animal que se logra en aproximadamente una semana. “Cuando se incorporan nuevos productores al sistema, se define el destino de esas vacas, y fue una decisión de carácter técnico abastecer a este tambo con vaquillonas para que el acostumbramiento sea más sencillo, ya que permanecerán toda su vida útil alojadas en el galpón”, acotó Manzi.