El último informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba, advierte que la falta de lluvias y las altas temperaturas jaquean una cosecha que, en la previa, se valúa en unos 10.000 millones de dólares. El departamento de Información Agronómica, asegura que se necesitan lluvias cada seis días de más de 20 milímetros hasta mediados de marzo.
La provincia de Córdoba se encuentra en un período crítico para definir los rendimientos agrícolas de la campaña estival 2024/25. La soja temprana, el maíz tardío, el sorgo y el maní están transitando el período de definición de rendimientos y sin la necesaria humedad la cosecha estival corre el riesgo de ser severamente afectada.
Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, en estos días se definirá el futuro de 30,4 millones de toneladas de granos, las cuales según los economistas de la propia entidad representan un valor bruto de exportación de unos 10.000 millones de dólares. Según el estudio elaborado por los especialistas de la Bolsa de Cereales, las zonas más comprometidas de Córdoba son una franja en el norte del departamento Río Cuarto –donde además hubo una granizada importante– y el este cordobés también sufre, ya que se acumularon más de 145 horas con temperaturas de más de 35 grados centígrados, lo que equivale a seis días seguidos de tórridas temperaturas.
Por otra parte, el norte cordobés fue la zona más afectada por los sucesivos “sopletes” que ocurrieron en las últimas semanas. Desde la Sociedad Rural de Jesús María (SRJM) ya habían alertado sobre la mala situación que se observaba en muchos planteos de maíz de segunda. De todos modos, por ahora, la Bolsa de Cereales provincial mantiene un pronóstico positivo, de 15,5 millones de toneladas de maíz, un 14% más que el año pasado y un 6% por encima del promedio histórico.
En esta edición de Portal del Interior comenzamos a relevar las distintas regiones agrícolas del centro norte provincial, y lo seguiremos haciendo en la próxima edición, con testimonios de profesionales que recorren a diario los lotes destinados a maíz, soja, sorgo, maní, y girasol. En la campaña pasada el achaparramiento del maíz a través de la famosa chicharrita, había puesto en jaque el 15% de la superficie maicera, y se perdieron una de cuatro toneladas en nuestra provincia. Las pérdidas fueron millonarias en la principal productora del cereal en el país. Por eso reaparecieron en esta temporada de la gruesa, planteos con girasol que no se veían hace muchos años, se vio más soja al transitar las rutas del interior, el sorgo funcionó como opción forrajera, e incluso algunos productores se animaron a probar con mani.
Las mencionadas estrategias se reflejaron a nivel nacional, ya que se espera una cosecha de 46 millones de toneladas de maíz (podría ser menor), 52 millones de Tns de soja (3% superior a campaña anterior), y 3,3 millones Tns de sorgo (incremento del 10%). Entramos en tiempo de definición, donde la evolución del clima y las variables del mercado también empiezan a jugar en los bolsillos.