En el arranque de una nueva campaña gruesa, “La Pionera” de la región de Ansenuza, volvió a convertirse en el epicentro de la actualización técnica y el networking. Mutual Sp. Belgrano sigue siendo la única mutual del país que organiza un evento específico para el sector agro.
LA PARA – Dpto. Río Primero.
La tradicional jornada de capacitación, actualización técnica y networking empresarial, organizada entre Mutual Sp. Belgrano y el periodico Portal del Interior, tuvo un nuevo capítulo el pasado jueves 9 de octubre en el Salón Centenario de La Para (dpto Río Primero).
El encuentro se realizó el 9 de octubre, dentro de la semana del mutualismo y el aniversario 80 del Club Sp. Belgrano, teniendo en cuenta que la entidad celeste es la única mutual a nivel país que organiza un evento específico para el sector agronegocios.

Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del Med. Vet. Roman Folli, presidente de la institución anfitriona; Jose Victor Piana, intendente de La Para; Juan Jose Blangino, legislador por el Dpto. Río Primero; y el Lic. Martin Bergese, fundador del periodico Portal del Interior y director del Ministerio de Cooperativas y Mutuales. Además, acompañaron la jornada otras autoridades de la región, como Victor Biagioli, intendente de Villa Fontana y presidente del Ente Regional Ansenuza; Ana Ascuet, presidenta comunal de Col. Las Pichanas; Romana Lemos, presidenta comunal de Diego de Rojas; el Cr. Raul Furrer de la Unión de Mutuales del Interior de Córdoba; y Antimo Velázquez, presidente de La Para Coop. de Electricidad y Servicios Públicos, e integrante de FACE, AMICOS y el Consejo Asesor del Ministerio de Cooperativas y Mutuales.
“AgroMutual” congregó nuevamente a productores, técnicos, empresarios, dirigentes y estudiantes de una potente región productiva comprendida entre las rutas 17, 10, 10 y 3. En este sentido, respaldaron el capítulo 11: Ministerio de Cooperativas y Mutuales de Córdoba; Grupo MBC (Balnearia); Gorgerino Consulting (Porteña); Griffa (Balnearia); Conci (Va Sta Rosa); Fragro (Va Sta Rosa); Coop. Agrop. de Balnearia; Más Agro Centro (La Puerta); Agroinsumos La Para; Agrosemillas (La Para); Deal Agronomía (Balnearia); Mediterránea Forrajes (Balnearia); Zanoy (Tránsito); Laboratorio de Agua y Suelo Est. Ansenuza (Balnearia); Luis Torraza (Brinkmann); Bakiano Agro (La Para); Bortolon & Urquiza Combustibles (Va. Fontana); AFA SCL (suc. La Para) ; y La Para Coop. de Serv Públicos.

La lechería ante una nueva oportunidad
El capítulo tambero fue conducido por el Med. Vet. Mauro Gorgerino (CEO de Gorgerino Consulting, Porteña), quien analizó las oportunidades y los desafíos para la cuenca lechera del noreste en el nuevo escenario mundial, y estuvo acompañado por una dupla de primer nivel, que forma parte de la tercera generación familiar de establecimientos que marcan tendencia a nivel nacional: Nicolas Fissore (Est. Don Alfredo, Marull) y el Ing. Ignacio Scolari (Est. San Luis, Marull).
“El mundo demanda alimento. Latinoamérica tiene una oportunidad y nosotros los argentinos debemos prepararnos para esto que viene. Hoy la problemática pasa por la política, que no entiende estos mensajes del mundo. Esperemos no quedarnos afuera”, señaló Gorgerino. Según explicó, las estadísticas muestran una futura concentración del volumen de producción lechera en Argentina, con menos establecimientos, pero más animales por empresa.
Esto nos llevará a tambos más grandes, profesionalizados y apoyados en la tecnología, con análisis permanente de datos y bienestar animal. “Las tecnologías van a venir siempre a sumar. Hoy tenemos que entender que un negocio lechero no es tener la vaca en el barro, con frío y lluvia. De esa manera no vamos a motivar a los jóvenes. Necesitamos sistemas bajo techo, confortables y tecnificados, con robótica y automatización. Es un proceso, pero motiva y atrae a las nuevas generaciones para convertirse en empresarios exitosos”, subrayó Gorgerino, y agregó: “La clave es gestionar la empresa; manejar los aspectos financieros y económicos es fundamental, y también aprender a rodearse de gente que conozca el sistema”.

Nueva generación, nuevos desafíos
Si hablamos de vanguardia tecnológica en el sector tambero, Marull, (dpto San Justo), a solo 25 km de La Para, es el epicentro de la cuenca productiva del noreste cordobés. Allí, dos jóvenes productores y empresarios sub 40 representan el cambio de paradigma en la gestión del negocio agropecuario. Nicolás Fissore e Ignacio Scolari, integrantes de la tercera generación de familias tamberas, conducen establecimientos de alta productividad donde la tecnología, la gestión de datos y el liderazgo humano son pilares centrales. Sus testimonios reflejan una mirada moderna del negocio tambero, donde la eficiencia y la profesionalización se combinan con la pasión y el compromiso que trasciende generaciones.
Sobre la gestión, eficiencia e inteligencia artificial, Nico Fissore comentó que el gran desafío es mantener el control del negocio en tiempo real. “El desafío es tener el termómetro de cómo va el negocio. Lo más grande es la eficiencia: estamos atentos punto por punto a cómo estamos en cada área y tomamos a tiempo las medidas necesarias”, explicó. En ese sentido, detalló que su establecimiento utiliza cuatro o cinco softwares de gestión y que las vacas cuentan con caravanas inteligentes que generan información constante. “Es tanta la cantidad de datos que hay que decidir cuál atender primero. Todos son útiles, pero la clave es gestionarlos bien y capacitar a la gente para que funcione de la mejor manera posible”, afirmó.
Por su parte, Ignacio Scolari destacó la intensificación productiva y el papel del análisis continuo de datos: “Hace 10 o 15 años mirábamos indicadores una vez por mes; hoy esos datos te chocan a diario. Cada dato incide directamente en la contabilidad del negocio. Es así de intenso”. Asimismo, señaló que su empresa avanza hacia una digitalización total del sistema productivo: “En nuestro campo conviven tres o cuatro softwares que recopilan muchos datos. Pronto, con la incorporación de collares y sistemas de análisis instantáneo de leche, tendremos un sinnúmero de datos vaca por vaca. Por eso es importante contar con un sistema que trabaje por vos, recopilando información e incluso haciendo recomendaciones”.

A pesar del protagonismo de la tecnología, ambos productores coinciden en que el factor humano sigue siendo esencial. Fissore explicó: “Hace dos años abrimos el área de recursos humanos. Pasamos más tiempo con las personas que con los animales, capacitándonos, conversando y analizando información. Es un trabajo diario”. Scolari agregó que el desafío actual es lograr que la lechería sea atractiva para las nuevas generaciones: “Nuestra producción depende de la calidad del trabajo. No alcanza con cumplir un horario; necesitamos gente preparada. Si seguimos produciendo como antes, será difícil encontrar jóvenes interesados en manejar tecnología. Estamos tratando de escucharlos, formarlos y comprometerlos con el trabajo en equipo”
.Ambos empresarios heredaron la pasión por el campo de sus abuelos y padres, y buscan mantenerla viva a través de una gestión moderna. Scolari recordó: “Mi padre nos involucró desde chicos, no solo para trabajar sino también para participar en las decisiones. Siempre decía que cada litro de leche pierde un tres por ciento anual de poder adquisitivo. Con esa enseñanza tratamos de ser eficientes para que el negocio no se nos escape”. Y añadió: “No me imagino haciendo otra cosa. Trabajamos con personas, con seres vivos, con lo impredecible del clima y los mercados. Es una adrenalina constante que pocas actividades tienen. Además, la lechería genera empleo y movimiento económico en los pueblos, y eso también nos motiva”.
Fissore, en tanto, compartió su historia familiar y la transformación del negocio: “La empresa venía de mi abuelo, pasó a mi papá y mi tío. Tras el fallecimiento de mi padre decidimos dividir la sociedad, y el desafío fue mirar los números, ser eficientes y seguir adelante con objetivos claros. Hoy pienso cómo lograr que esta empresa, con años de trayectoria, siga funcionando pase lo que pase”. Finalmente, reflexionó sobre el rol del productor moderno: “No es solo amar la vaca. Tenemos pasión por el campo, pero también la responsabilidad de gerenciar una empresa, dar oportunidades de desarrollo y valorar el trabajo humano. Los tiempos cambiaron y hay que aprender a disfrutar, abrir la mente y valorar lo que hacemos cada día”.

“El modelo agrícola es fuerte, pero monocromático”
El productor ganadero y consultor Rodrigo Bosch, también coordinador del CREA Cba. Norte, participó por primera vez en AgroMutual, analizando el impacto de los últimos eventos climáticos y económicos sobre el agro argentino. Durante su exposición, abordó temas clave como el cambio climático, la incidencia de la chicharrita, la gestión económica, la incorporación tecnológica y la actitud del productor frente al futuro.
Bosch comenzó su presentación alentando a los productores a atreverse a innovar, especialmente cuando los resultados acompañan. “El modelo agrícola es fuerte, pero monocromático. Tenemos un sistema muy eficiente para producir granos, pero ¿cómo somos para adaptarnos a los cambios?”, planteó. En ese sentido, subrayó que la mayor enseñanza de los últimos años es la necesidad de anticiparse a los nuevos escenarios.
Bosch, que conoce el centro norte cordobés como la palma de su mano, menciono que el cisne negro mas grande no fue siendo la famosa chicharrita. “El golpe más grande fue la seca del 2022/2023, no la chicharrita que nos rompió la cabeza a todos y creíamos que era el principio de todos estos males, lo que pasa es que veníamos con un acumulado. Midiendo la soja, claramente coincide con el menor rendimiento de maíz, claro que si tengo seca y cae la chicharrita, nos lleva puestos”, dijo el agrónomo, mientras dejaba recetas: “Ojo con tomar decisiones ciento por ciento drásticas, la temperatura es quizás un cisne negro más importante que la chicharrita, teniendo en cuenta que en el último año subieron las temperaturas cuatro grados más en febrero y marzo, y eso no lo podemos controlar. Ahora, podemos controlar con medidas de manejo, sembrar escalonado, aprovechar la humedad del invierno. Y ojo con sembrar en noviembre, y jugarme las fichas a que caiga en enero la floración”. Pero la aparición de la chicharrita, dejó cuestiones positivas para el sector agro. “En menos de un año, había un conglomerado de empresas y asociaciones tratando de encontrar una solución, no había pasado antes, lo que pasó ese año en términos de generación de conocimiento y de solidaridad, yo no lo vi nunca. Gracias a eso ahora tenemos un sistema de monitoreo que nos brinda datos reales y son públicos y este año son claves especialmente para quien quiera sembrar tarde”. Y siguio remarcando: “El verdadero cisne negro es que en los últimos 15 años las tasas de financiamiento que nos venian salvando fueron negativas, si nos pasara hoy sería un lío”.

Para el consultor, la gestión financiera profesional es tan importante como la agronómica. Los márgenes ajustados, la inflación y la volatilidad de los mercados exigen mayor análisis, planificación y búsqueda de alternativas en el modelo de negocio. Bosch propuso un cambio de paradigma en la forma de encarar la producción. “¿Y si pensamos el campo como una startup? Pensemos en algo colaborativo, en innovación, en informarnos sobre los puntos clave de la agricultura. El problema es que cuando tenemos que experimentar, no lo hacemos”, reflexionó. En esa línea, animó al auditorio a probar, asociarse y compartir conocimiento. “El desafío es probar. Así se aprende. No sirve tomar decisiones absolutas. Por ejemplo, hoy la relación entre el costo del maíz y el novillo es beneficiosa. Hay oportunidades si nos animamos a buscarlas”, sostuvo.
También alentó la asociación entre productores para proyectos alternativos. “Hay que tomar decisiones. El productor debe entender, sobre todo las generaciones nuevas, que pueden asociarse en cosas comunes para obtener soluciones. Prueben”, insistió. Finalmente, Bosch destacó la importancia de educar y formar a las nuevas generaciones, poniendo en valor el esfuerzo, la capacitación y el trabajo en equipo. “Empecemos a pensar en las personas, porque hoy son clave. La tecnología es más compleja y los cambios generacionales son más fuertes”, concluyó.


