La inquietud de un grupo de productores del norte cordobés se transformó en un emprendimiento que cruzó las fronteras, generando una red nacional en 11 provincias.
Desde hace dos años, el “Cluster de Alfalfa Córdoba” pasó de ser un emprendimiento de un puñado de productores de la zona norte de nuestra provincia mediterránea, a convertirse en un ejemplo de cooperación y sinergia nacional entre productores y empresas relacionadas al cultivo de alfalfa y su cadena de valor.
Fabián Russo, presidente del grupo, explicó detalles de su origen, desafíos actuales y actividades que están desarrollando. “El Clúster nace por inquietud de un grupo de productores de la zona de Jesús María y que ya estaban viendo que la alfalfa podría ser una oportunidad de negocio, empezamos a preguntar para ver cómo nos podíamos organizar y se conformó un Clúster. Hoy ya lo estamos extendiendo a 11 provincias argentinas porque de 21 socios que nacimos, ya somos 91 socios, entre los que se encuentran productores, proveedores, industrializadores, y comercializadores”.
El referente aseguró que, desde el inicio, sorprendió la sinergia que aportan sus integrantes. “La verdad que la experiencia es muy buena, muy sorprendidos porque todos los socios que ingresan ya vienen con el espíritu de compartir, nos llama mucho la atención la cantidad de segundas y terceras generaciones de productores, son muchos jóvenes, que realmente entendieron al campo desde otra mirada, que ya no es el me quedo con los conocimientos que yo tengo y me lo guardo”. En este sentido destacó: “Tenemos una muletilla que es el Ganar-Ganar, acá ganamos todos y aprendemos todos y aportamos todos y también sacamos todos”, dijo.
Vieron el negocio
El cambio de conciencia sobre un producto que históricamente estaba reservado en un alto porcentaje a la demanda de cada empresa, surgió como una visión ante la necesidad de pasturas que muestran algunos países. “Nos dimos cuenta que entraba dentro de las rotaciones agrícolas y la demanda que había sobre todo en los países del sudeste asiático, Emiratos Árabes, Arabia Saudita, Jordania, China, Japón, y empezamos a ver la estadística de la demanda y nos sorprendía, entonces hicimos el camino despacito, se concretaron algunas exportaciones, con muy malas experiencias que también hay que contarlas, y a partir de ahí nos damos cuenta que hay una gran oportunidad para nuestro país”.
Al respecto afirma que la producción de alfalfa podría considerarse como un negocio con mucho futuro comparable con la soja. “Con el Clúster estamos abriendo las puertas a través de convenios, de cursos, capacitaciones para que se pueda lograr calidad de heno para exportación”.
El desafío de cruzar el charco
El emprendimiento mantiene su mirada hacia el negocio de la exportación. Russo asegura que la tecnología con la que se trabaja actualmente en nuestro país es de punta, aunque aún hay que superar obstáculos. “El Clúster tiene socios que cuentan con tecnología que se aplica en Alemania y Francia, en cuanto a lo productivo contamos con tecnología, nos falta un saltito que es la preparación del heno para que cruce el charco en los contenedores, deshidratadoras y prensa. Visitamos recientemente España para ver esos modelos y después nos iremos a Canadá para ver otros, y ver cuál es el que mejor se adapta a la Argentina”.
En este sentido, del 1 al 10 de junio, socios del Clúster participaron de un viaje por España, la segunda potencia mundial del mercado de heno. En su recorrida, desarrollaron una agenda orientada a conocer experiencias de producción, industrialización y oportunidades de negocios internacionales relacionados a la alfalfa.
El itinerario contó con encuentros técnicos con industrias relacionadas con el compactado, deshidratado, pelletizado, generando vínculos que permitan potenciar oportunidades en el mercado global. Visitaron fincas productivas de varias regiones como Toledo y Aragón, y la cuenca noroeste del país iberico, tomando contacto con productores de megafardos y pellets de alfalfa como el caso de la empresa COFOCYL SL, cuyas exportaciones anuales superan las 80.000 toneladas.
Además, estuvieron en la Cooperativa Agropal, una de las plantas más grandes de España, cuyos productos se destinan casi íntegramente a la exportación. También compartieron un encuentro con autoridades de AEFA (Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa), entidad que nuclea al 80% de las plantas industrializadoras de heno. La delegación visitó además las plantas de las empresas IMABE -que fabrica maquinarias para el compactado de heno de alfalfa-, y APISA, que produce deshidratadoras y peletizadoras de alfalfa.