El seguimiento del insecto vector de enfermedades del maíz, será fundamental para programar acciones de mitigación de sus efectos.
Con un área de estudio que abarca aproximadamente 1.600 kilómetros de norte a sur y 750 kilómetros de oeste a este, un equipo de entomólogos del INTA estudia los cambios de densidad relativa de Dalbulus maidis (chicharrita del maíz).
Así conformaron el primer “Mapa nacional de monitoreo de chicharrita del maíz”. Es un repositorio cuyo objetivo es dar información sobre el número de individuos registrados en cada sitio de monitoreo georreferenciado. Estos datos permitirán analizar la tendencia de cambio de la densidad poblacional a lo largo del período invernal y principios de primavera.
“Este seguimiento pormenorizado cumple el objetivo de acumular datos, información y conocimiento que permita, en un futuro, estimar el riesgo epidemiológico del insecto vector del achaparramiento del maíz”, expresó Eduardo Trumper, coordinador nacional del Programa de Protección Vegetal del INTA.
“El primer mapa constituye una línea de base, es decir un importante punto de referencia inicial de la densidad relativa de la chicharrita , puntualizó Trumper quien aclaró que esa línea de base servirá para realizar el seguimiento de la fluctuación de abundancia de la chicharrita en cada uno de los puntos.
El seguimiento georreferenciado permitirá describir cómo cambia la densidad de chicharritas en el tiempo, en cada sitio geográfico. “Esta información puede servir al productor como idea de lo que va sucediendo en su área de influencia”, indicó Trumper quien señaló que, por otro lado, también sirve para que podamos comparar la variación de abundancia de las chicharritas con la variación de la temperatura y, más específicamente con la variación de la frecuencia, intensidad y duración de las heladas.
Publicado en el sitio oficial Argentina.gob.ar