AGRIBUSINESS: EMPRESAS FAMILIARES ENFRENTAN EL DESAFÍO DE TRASCENDER

CÓRDOBA – Dpto. Capital

El 2025 se presenta como un año complejo para el sistema integrado de los agronegocios, donde 9 de cada 10 pymes son empresas familiares (EF) del interior productivo. A través de dos casos de empresas familiares agropecuarias que decidieron resguardar su legado, desde la consultora cordobesa Claudia Martinez & Asociados, ponen el foco en la profesionalización, la sucesión y el patrimonio.


En Latinoamérica, apenas 3 de cada 10 empresas familiares (EF) logran sobrevivir a la segunda generación, un dato que sin dudas es escalofriante. En Argentina las pymes familiares alcanzan el 80% y contribuyen con el 60% del PBI, es decir que son las que motorizan el desarrollo del país. En el sector de agronegocios el 90% de las empresas son familiares, y un 70% ya transitan la 2da y 3ra generación, mientras que el resto va por la 4ta, 5ta o 6ta. Pero cuando hablamos de empresas familiares y familias empresarias, no todo es color de rosa.

Los visionarios marcan un camino diferente, como lo hicieron dos familias empresarias del sector agronegocios de la región pampeana, demostrando que es posible construir un legado sostenible cuando se toman las decisiones correctas en el momento adecuado.

El caso de la familia Papalini, de Colonia Tirolesa (Dpto. Colón, Cba.), o de la familia Urruti, de Coronel Suárez (Partido C. Suarez, Bs. As.), son dos ejemplos inspiradores de esta transformación. A través de un proceso de profesionalización guiado por la consultora Claudia Martínez y su equipo, no solo lograron ordenar la gestión y establecer roles claros y monetizaciones justas, sino que potenciaron el crecimiento del negocio mientras fortalecen los vínculos familiares.

En Colonia Tirolesa los Papalini se destacan por la producción de papa, buscando trascender en el sector agro a través del valor agregado y la innovación tecnológica.

Los datos respaldan estas experiencias y procesos. Un reciente informe del Banco Mundial revela que las empresas familiares (EF) que implementan procesos de profesionalización aumentan su rentabilidad hasta un 30% en un plazo de 5 a 10 años. Más significativo aún, tienen un 50% más de probabilidades de superar exitosamente el traspaso generacional.

El proceso de transformación permite entre otros beneficios: 1) Definir roles y responsabilidades: Se establecen funciones claras para cada miembro, fomentando la colaboración y el respeto mutuo. 2) Profesionalizar la gestión: Se implementan herramientas y procesos para optimizar la toma de decisiones y mejorar la eficiencia. 3) Fortalecer la comunicación: Se crean espacios de diálogo para resolver conflictos y construir una visión compartida. 4) Planificar la sucesión: Se define un plan para asegurar la transferencia del liderazgo a las nuevas generaciones. 5) Planificar preventivamente el patrimonio: Se idean caminos de ordenamiento que minimicen costos y conflictos.

En un contexto económico desafiante como el que se prevé en nuestro país para 2025, la necesidad de fortalecer la estructura interna de las empresas familiares se vuelve crucial. Ya no alcanza con el entusiasmo y la intuición de los fundadores. Las nuevas generaciones demandan procesos claros, roles definidos y espacios de diálogo constructivo. “Lo que vemos es que las familias que postergan estas decisiones terminan enfrentando crisis mucho más profundas”, explica Martínez, y continúa diciendo: “En cambio, quienes dan el paso hacia la profesionalización no solo protegen el patrimonio familiar, sino que descubren nuevas oportunidades de crecimiento y relaciones poderosas; porque animarse a tener conversaciones difíciles y sacar temas del silencio es una estrategia inteligente para ser mejores y trascender”.

Como los Papalini y los Urruti, decenas de familias empresarias del interior productivo ya están transitando este camino, y otras ya deberían estar dando este paso fundamental. La diferencia entre crecer o estancarse podría estar en las decisiones que se tomen hoy.

En Coronel Suárez los Urruti pertenecen al CREA SUO Patagonia, y se dedican a la ganadería y agricultura en 3300 Has, invirtiendo fuertemente en sistemas de riego.

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