El INTA confirmó la presencia en la zona de Montecristo. Se activó un plan de monitoreo.
El picudo negro de la vaina de soja (Rhyssomatus subtilis), una plaga que ha provocado graves pérdidas en cultivos del NOA durante las últimas décadas, fue detectado por primera vez en la provincia de Córdoba, concretamente en la zona de Montecristo. El hallazgo fue realizado por la empresa Halcón Monitoreos y confirmado por el INTA Córdoba, que activó de inmediato un plan de monitoreo y contención para evitar su dispersión. Esta detección representa un hecho inédito, ya que no se registran antecedentes de la plaga en localidades intermedias entre el norte argentino y el nuevo foco cordobés, lo que sugiere una posible llegada por medios antrópicos, como maquinaria agrícola o transporte de cargas.
La plaga afecta principalmente a la soja, perforando vainas y colocando huevos en su interior, cuyas larvas se alimentan del grano, provocando daños de hasta el 70% en el rendimiento si no se controla a tiempo. En el NOA, su avance ha sido progresivo desde 2006, convirtiéndose en una amenaza difícil de manejar por sus hábitos crepusculares y su ciclo oculto dentro del cultivo. En Córdoba, la detección se dio sobre el final de la campaña 2024/25, en un lote que rindió menos de la mitad de lo esperado debido al ataque de esta plaga, según detalló Roberto Peralta, socio gerente de Halcón.
Frente a este escenario, el INTA coordina una red interregional de monitoreo entre los centros de Córdoba, Salta-Jujuy y Tucumán-Santiago del Estero, con el fin de detectar nuevos focos y establecer estrategias de manejo. A su vez, se avanza en la conformación de una mesa técnica con participación del sector público, privado y académico para abordar de forma articulada esta amenaza emergente. Desde el INTA advierten que, sin controles adecuados y una vigilancia activa, esta plaga podría expandirse y generar un nuevo frente de pérdidas en la principal zona sojera del país.